Viajar al pasado siempre ha sido uno de los grandes anhelos del ser humano. En Zaragoza, varios farmacéuticos lo hacen todos los días. Trabajan rodeados de antiguos morteros, balanzas, pildoreros, alambiques, moldes para óvulos y supositorios… así como otros útiles que durante el siglo XIX y principios del XX eran fundamentales para la confección de medicamentos. Este singular lugar de trabajo no es otro que la histórica farmacia del Hospital Real Nuestra Señora de Gracia, conservada casi intacta desde su última reestructuración en el año 1881. La Academia de Farmacia Reino de Aragón y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza trabajan para convertirla en el futuro Museo de la Farmacia de Aragón.
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